La Plaza de la Villa con fuente del siglo XIX que chorrea agua limpia y fresca de la sierra por sus cuatro caños, fue en otros tiempos mercado, cine, corral de comedias y plaza de toros. Hoy es lugar de encuentro, paseo y baile en las fiestas. En ella se encuentra el Ayuntamiento construido a finales del siglo XVIII, con balcón, campanario y torre, la tonalidad de su piedra, hace resaltar el limpio azul del cielo. Al fondo se encuentra la Casa del Tío Talís que es el mejor ejemplo de la arquitectura tradicional en el pueblo. Sin duda alguna, una bella casa y una fotografía obligada de muchísimos visitantes.